El problema de las papeleras
Las empresas europeas ENCE (España) y BOTNIA (Finlandia) dos de las más grandes papeleras del mundo, con una larga historia de contaminación, fuertes rechazos por parte de las comunidades vecinas a sus fábricas y severos problemas con la ley, lograron convencer al gobierno Uruguayo que abra sus puertas para la inversión más grande de la historia del país.
Se trata de un proyecto de más de 1,000 millones de euros (1,200 millones de dólares) destinados a la construcción de dos fábricas de procesamiento de pulpa de papel, que se ubicarían en las márgenes del Río Uruguay, recurso hídrico internacionalmente protegido que constituye el límite natural entre los países de Uruguay y Argentina. Se trata precisamente, de una región rica en recursos naturales, idílica para el descanso y el turismo.
El problema justamente, es el río Uruguay, ya que las posibilidades de contaminación o perjuicios en una ribera es un problema bilateral que no puede resolverse por imposiciones unilaterales.
La elaboración de celulosa destinada a la producción de papel y cartón es una importante actividad industrial con un gran consumo de agua y de energía que también genera una notable cantidad de residuos líquidos y sólidos, estos últimos como fangos de plantas de tratamiento. Se utiliza en esta actividad una materia prima renovable, la biomasa esencialmente forestal aunque hoy en día se utilizan también los subproductos de la caña de azúcar y del maíz. En los casos en los que se recurre a la tala de árboles debe buscarse un equilibrio entre la reforestación y la tala para lograr un desarrollo sustentable.
Las principales etapas en las que se genera contaminación son:
--Descortezado de la madera. En la actualidad se emplea el descortezado en seco, la cantidad de agua en este proceso es relativamente baja. El descortezado en húmedo genera los mayores caudales de residuales de cualquier fábrica, el agua arrastra polvo, corteza en suspensión y materia orgánica como taninos
Las aguas residuales resultantes del proceso de blanqueado de la pulpa se presentan como una compleja mezcla de distintos compuestos en la que predominan los organoclorados. Para la caracterización del riesgo que presentan estos efluentes para el ambiente se suele sumar a las determinaciones habituales (DBO, DQO, partículas sedimentables y en suspensión) la de AOX que indica la cantidad de halógenos orgánicos absorbibles al carbón activado. Dentro de esta fracción se encuentran importantes agentes tóxicos.
El cloro reacciona en primer lugar con la lignina residual para producir aproximadamente 4 kg de organoclorados por tonelada de pulpa producida. Esta cantidad puede variar considerablemente de acuerdo al proceso de blanqueado y al tipo de pulpa sometida al tratamiento.